lunes, 27 de diciembre de 2010

Ventanas de invierno

Es Navidad y hay exactamente dos conejos, tres ciervos y un zorro sobre la mesa del salón, nadie sabe por qué, pero el conejo lleva bufanda y abrigo de cuadros.

Me cuidas, me aguantas, te quedas cuando todos se han marchado ya... siempre estás... en tu forma relativa de estar. ¿Dónde te vas cuando parece que te alejas?, mientras me quede té, el resto no importa. Me asomo a la ventana, ahora no llueve, no lo ha hecho en todo el día, pero extrañamente no quiero abrir y no es por el frío, es por si pasan de nuevo los corredores en bermudas y vuelvo a gritarles muerta de risa "locoooOOos!!", para en dos segundos pensar que no son los únicos que lo están; y mira que me has dicho veces que no haga tonterías.

Ahora veo más claro lo inútil que es insultar cuando tu propia herida aun deja sangre escapar, entonces mis palabras no hacen daño. Si corres en camiseta de manga corta a pesar del frío será porque quieres y porque te gusta, digan lo que digan. El tema es correr. Así que a pesar de que me mires con ojos de incrédula (cuando me miras), no puedo enfadarme tanto como debería e increpar al mundo, porque últimamente casi corro desnuda a diario.

Otro sorbo al "té de Navidad", sigue caliente.

Ya sé que cometí un error, estos son momentos de inspiración... esos días en los que me da por pedir perdón, menuda estupidez, debería ponerme un gorro bien calado y el jersey más gordo que encontrase.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Austero... muy propio d sta navidad... jejejejeje

Anónimo dijo...

Una cosita, stas segura de q no había ninguna rata por allí??? :P