domingo, 22 de noviembre de 2015

Ex-amigas



No entiende, o no quiere entender que ya no es igual. Las cosas han cambiado entre nosotras, de forma radical. Era de esperar, no duraría para siempre esta amistad. Puede que ella lo supiese desde el principio aunque yo empezaba a creer que sería para siempre, incluso llegué a acostumbrarme a sentirla respirar profundo a mi lado.

A veces intenta llamar por teléfono, o me la encuentro en mitad de una guardia como la de hoy. Lo que más le gusta es presentarse por las tardes entre semana justo a la hora de la siesta, pero ya no se atreve a mirarme de frente como solía hacer, solo se deja caer de medio lado sobre el sofá... y me para el corazón.

Es entonces cuando la soledad me pregunta si la echo de menos...

"La verdad es que no..."; y se aleja por donde ha venido, cabizbaja y avergonzada.

No te atrevas a volver.

Vuelvo a latir...