sábado, 29 de agosto de 2009

Angry Whopper




Viene y va sin rumbo, yo la encontré en medio de mi "Zig-Zag Pedrín" personal...

Come y escupe sus palabras sin sentido mientras sus leucocitos cada vez se sienten más inútiles ante tanto moho pegado a las paredes de su corazón. Quizás podría pasear un poco más y correr un poco menos. Quizás debiera dejar de comer alcachofas enlatadas o no echarse tanta mayonesa en la leche. A su cuerpo no le está haciendo nada bien, pero eso es lo de menos.

Lleva semanas con una voz áspera y seca que le está perforando el esófago. Le duele un poco, o un mucho, pero calla y piensa que las pastillas o ungüentos de algún loco curandero le salvarán de esta extirpación natural que requiere tiempo y dolor, es mejor ahorrarse el quirófano. Yo no estoy segura... los poros de su garganta parecen más bien un colador barato.

Aún está a tiempo pero el tiempo comienza ¡ya!

Decisiones y voluntades propias y ajenas, que me desconciertan pero que parece ser que ya no me incumben...

miércoles, 12 de agosto de 2009

Ausencia, ausencia, ausencia...


Ausencia en todo veo:
tus ojos la reflejan.

Ausencia en todo escucho:
tu voz a tiempo suena.

Ausencia en todo aspiro:
tu aliento huele a hierba.

Ausencia en todo toco:
tu cuerpo se despuebla.

Ausencia en todo pruebo:
tu boca me destierra.

Ausencia en todo siento:
ausencia, ausencia, ausencia



--Miguel Hernández--

viernes, 7 de agosto de 2009

Centrifugado exprés

Mi vocal por excelencia me pregunta qué es lo que quiero casi a diario, una y otra vez... ¿sabes lo que quieres?

A veces sí... otras veces no...

Ahora solo sé que no dejo de soñar con paredes acolchadas y chicas con el pelo canoso, puede que se parezcan al anuncio de ese detergente en el que sale una mujer que viene del futuro y promete no desteñir tus trapitos y dejarlos bien limpios, pero no es exactamente así... No quiero que mi jersey rojo invada toda la lavadora y acabe con la ropa interior de color rosa, eso si lo sé, pero la chica del pelo canoso de mis sueños me persigue desde hace tiempo y tengo que averiguar qué es lo que quiere de mi y por qué nunca sale de la habitación acolchada, seguramente esté dentro por que ella quiere... o quizás no.

Hace mucho que no me siento a mirar la lavadora... y lo echo tanto de menos como el sol en la cara y los 40º en el cuerpo.