lunes, 29 de noviembre de 2010

Infinito

Vuelve a mirarme, de nuevo olas rotas en mi frente, y se moja la calle, se moja... me vuelvo más torpe al verte llegar. Vuelvo a escucharte, dicen que volverás a dejar de hacerlo, justo antes de comenzar. Y solo pienso que si te doy todo lo que pides, si no hay secreto ni ganas que ahora pueda guardar...

Vuelve a mirarme, de nuevo cambian todos los colores, y todo alrededor desaparece y no recuerdo lo que vine a buscar. Vuelve a llorarme haz que te oiga alguien más porque lo que deseas forma ya de todos una parte.

Vuelve a mirarme, sin encontrar otro sentido que el de empezar algo que se puede acabar. Creo que aun estoy lejos de entender algo de ese final, pero ahora mi trabajo es el de hacerte llegar...

Infinito puede ser, es pasado lo que has sido, lo que hay es lo que ves, tiemblo porque soy un hilo, y a final es lo que quieres, tú dibujas el camino, corazón para crecer infinito antes de romperse, infinito mueres en la gente... infinito naces.

viernes, 26 de noviembre de 2010

martes, 23 de noviembre de 2010

Hola!




Quiero conocerte
Cambiarías un poquito de mi suerte
Sigue la corriente
El impulso de tu piel nunca te miente

El disco de mi mente
Se re siente con tu corazón
El disco de tu corazón

Autorevolución


Om!

viernes, 19 de noviembre de 2010

Te odio, de manera, INEXPLICABLE

martes, 16 de noviembre de 2010

Fantasmas




Ella estaba desnuda al otro lado, quieta y yo estaba inmóvil y sin poder ver nada por la cantidad de pena que me salía de los ojos. Fingía hablar, pegada al teléfono para que nadie, ni siquiera ella, supiera que estaba siendo rodeada por mis fantasmas... la caja de cartón y las cadenas.

domingo, 14 de noviembre de 2010

" Lo más grave no es el pecado original, sino sus fotocopias... "

*RD3

sábado, 13 de noviembre de 2010

Perra


"Hoy he pasado por una esquina encantadora, pero me he dado cuenta de que ya habían meado en ella, alguien, no sé si hace mucho tiempo, pero no lo parece... porque huele como si hubiera sido hace un minuto. Tendré que seguir buscando esquinas, siempre están todas meadas en esta puta ciudad..."

jueves, 11 de noviembre de 2010

martes, 9 de noviembre de 2010

Mercurio









El nórdico pegado al cuerpo y la radio sonando de fondo, la broma matutina...



Sus ojos, legañosos y apáticos, se dirigieron a la contra ventana que aun permanecía cerrada mientras se desperezaba en la cama, una línea de luz grisácea se colaba a duras penas por las paredes hasta su almohada. Se levantó descalza para abrir y volver a saltitos riéndose a la cama "con lo temprano que es"; no había parado de llover desde anoche y ahora las gotas de agua iban poco a poco acumulándose en el cristal, pegándose entre ellas, aglutinándose y conformando grupos heterogéneos que le recordaban a las fases de la coagulación antes de que apareciera la "señora fibrina". Diminutas gotas en busca de su familia lejana, la de la nube vecina, la que le vendía el pan, esas que ahora corren para unirse a la fiesta.

Recordó el día que se le rompió el termómetro de pequeña, jugaba a vendar a su hermano de arriba a abajo para inventar cualquier enfermedad o catástrofe universal que le hubiera provocado tal estado terminal. Decenas y decenas de gotas de mercurio se derramaron por el mármol blanco, casi como canicas en miniatura. Intentaba atraparlas pero se le escurrían entre los dedos, hubiese querido que esas gotas de acero hubieran permanecido allí para siempre y rodarlas una y otra vez sobre la palma, pero su madre pronto vino con la mano cargada "ZAS", colleja... y un "quita ya de ahí que no haces nada bueno", desapareció el hechizo.

Unos cuantos-bastantes años más tarde aquel espectáculo de gotas de agua asustadas, o bien ansiosas por hacer una piña con sus compañeras, le produjo la misma carcajada, esa que le hacía sentir tan bien. Era como si el tiempo se detuviera y el segundero sólo avanzase con cada sutil movimiento de gota. Deseó con todas sus fuerzas congelar ese momento. Sacó el móvil y fotografió aquellos cristales pasados por agua.

No era suficiente, necesitaba algo más físico, más material, algo que permaneciera, y no se escapara entre el cepillo y el recogedor.

Como si se le iluminase la bombilla, salió disparada y fue corriendo a la cocina para coger aquella taza ovetense, esa que "extrajo" sin querer de un quiosco a través de la reja (las ventajas de un 6 de guante) y abrió la ventana de su cuarto, se mojó la nuca al agacharse y la colocó en el balconcillo. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... Sólo siete segundos y 25 centilitros de vida llenaron la taza. Volvió a abrir, a mojarse la nuca al agacharse y a coger la taza del balconcillo. Un sorbito... La vida le sabía bien.

Menuda

"R es a M como S es a L... siempre y cuando L no sea a R como M es a S..."


Menuda M...