sábado, 18 de septiembre de 2010

PLAY 18

Se remueve un poco entre las sábanas de la extraña cama de noventa, no encuentra la postura será el frío o el calor, el frío-calor, ese de ahora me tapo y tengo calor cuando me destapo tengo frío; o que hace tiempo que no duerme en casa, o la lacrante luz naranja del castillo que entra por la ventana. Se rasca la nariz y se pregunta justo antes de dormirse "¿cuánto tiempo hace de hoy?" desde que hoy ya no es hoy, sino ayer... tanto que apenas recuerda como suena el plástico nuevo contra la espalda, ese que tanto les molestaba y por el que todo dejó de ser como era para siempre: dos, dos saltos, cuatro pies en un suelo de marmol, cuatro pasos por cuatro pies... dieciséis pasos, PLAY.

Se hunde en la almohada, su colchón no tiene funda, y no puede cambiarse a otra cama para buscarla, de todas formas, sabe que tampoco estará en esa... ni en la otra, ni en cualquiera que se imagine excepto en la suya a la que no se atreve a acercarse... Es ella la que se ha ido, y aun así le sigue pareciendo todo demasiado extraño. Se rasca la nariz. Piensa en otro colchón con funda, no uno cualquiera, su colchón con plástico de tienda, nuevo y a estrenar, para volver a cambiarse a otro con una sola excusa, el ruido, aquel rozar tonto que no te deja dormir, solo esa excusa y no tener mil, mil doscientas, como ahora, suyas propias y de nadie más, esas que hábilmente utiliza para no salir de la cama desde hace una eternidad "mierda, estoy anclada".

Antes pensaba que se podría quedar en "pause" eternamente, a lo mejor tiene razón... a lo mejor cada una de esas veces que se miente es un "stop".

"¿Cuánto tiempo hace de hoy?"... cuánto tiempo... demasiado.

No hay comentarios: