jueves, 8 de noviembre de 2012

Si no me apartas la mirada... (3)




- Voy a decírselo, voy a decírselo, voy a decírselo...- ...

Atraviesa la oscura habitación de puntillas y se le acerca por la espalda - Tengo que decirte una cosa... -.

Victoria no está segura de si la chica del burdel de la séptima planta siente remordimiento alguno, no sabe si tiene conciencia o si la perdió por las escaleras mientras se le caía el resto de la ropa, no la conoce de nada, sólo sabe que desde las alturas es capaz de conmover con un suspiro, o con sólo fruncir el ceño... qué tendrá oculto tras ese flequillo indomable que antaño fuera rubio. Técnicas para conseguir hacer aflorar nuestro "ello" más odiado y reprimido.

Cómo es posible que en mitad del huracán se haya cruzado con alguien como ella, no tiene nada que ver con su ajetreado sistema y sin embargo, ahí está ahora; plantada delante de sus narices poniendo cara de no haber roto un plato en su vida y dejando entreveer algo más que las piernas... para escupirle a la cara las verdades que lleva años sin atreverse a aceptar.

Cruzaría descalza las mil avenidas que les separan por gritarle al oído, que ella tampoco se merece nada de eso, pero la cobardía vuelve a dejarla anclada en la esquina de siempre, esa que ya se está adaptando hasta a la forma de su propia sombra.

Ha vuelto a suceder... -De mal en peor Viki, es que eres tonta, de mal en peor...-.

 

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