lunes, 6 de agosto de 2012

Si no me apartas la mirada...

 
Victoria entrecerró los ojos... no puede estar segura, no lo sabe con certeza, pero cada vez que inhala el humo y entre sombras deja entrever su rostro se le hiela más la sangre.
Es imposible, imposible que una mujer tan distinta a Irene sea capaz de clavar sus retinas de la misma manera que ella lo hacía. Unir mediante un lazo invisible dos pupilas que se aferran soportando la distancia de dos copas de vino y un cigarrillo de liar...
No puede ser ella, pero después de cuatro años, ha vuelto a encontrar a una persona capaz de destrozarle la razón y hacer aflorar su más bajos instintos con un simple parpadeo.

Suspira y se delata -Si no me apartas la mirada yo... creo que tendré que besarte-

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