lunes, 11 de junio de 2012

Las rueditas chicas



Llevar botas de motera blancas tenía su aquel, saludar en modo chulesco antes de salir de viaje con la maleta cargada (de peluches) y a la media vuelta ya era pasarse de lista, pero que no te importaran las chorreras del manillar y tunear tu súper chopper de rosa a juego con tu mono... eso ya es cosa de la high class del mundo del motor.

Antes era más fácil ir sobre las dos ruedas de tu custom... te salvaban otras dos de las caídas más fuertes, una a cada lado... desde el día en que naciste. Pero aún hoy tienes la suerte de que lo sigan haciendo, gracias por esta semanita en casa manteniendo mi mala-pata en alto y con Abrosia detrás. Recordadle al mundo que no me quite mis dos rueditas de seguridad por si me caigo otra vez.

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