La primera regla en cirugía es la seguridad: las manos deben de estar limpias, el quirófano aséptico, la incisión debe de ser precisa…
La segunda regla, es que cuando no puedas cumplir la primera, intentes otra cosa, a veces no puedes evitar riesgos, a veces el daño es tan importante que tienes que cortar a lo grande.
En cirugía, la curación empieza con un corte, una incisión que rasga la carne, y sangra. Hay que dañar el tejido sano para poder ver el dañado; parece cruel y en contra del sentido común, pero da resultado. Te arriesgas a abrir para curar y cuando acabas, cuando has cerrado la incisión… esperas… esperas con la esperanza del que el paciente se cure, con la esperanza de que lo que hayas hecho no haya sido empeorarlo.
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