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Los días impares toca cambiar el tratamiento antihipertensivo a toda la sala, previa reunión con el "equipo" para explicar cómo se diluyen en el suero y los mEq/ml a los que corresponden ochocientas ampollas de Labetalol... mientras claro, ellas están desayunando y no pueden atenderte, así que espérate una horita...
Otros días tienes que correr los 250 metros lisos sala detrás de la de turno para que te lleve a la "señora" al cuarto de exploración... y luego tienes que sujetar el espéculo con una mano, el amnioscopio con otra y la luz fría con la boca; mientras con el pie derecho subes la cama y con el izquierdo enciendes el ecógrafo... y compruebas las nalgas casi con las tuyas propias.
A veces te dan ganas de matarlos (/las) a todos y quemar el pueblo... y así mucho más.
Pero otras veces estás tú, y lo haces todo... y en colores.
Gracias por compartir la mandarina de la sala conmigo...
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